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martes, 19 de julio de 2011

Después de la guerra, todos somos generales

Hace un par de años, (que si te pones a pensar para la cantidad que años que tengo no fue una decisión TAN trascendental, pero igual) decidí dejar de seguir al equipo de fútbol peruano. Tomar esta posición me resultó muy fácil y es por ello que les concedo, de una manera fácil y sin rodeos, las 10 razones por las cuales no se tiene que seguir a la selección del Perú como la fan enamorada que es mi querida empleada Carmencita, ni cómo la que alguna vez fui yo. Carmencita tiene dos afanaciones trascendentales, cosa que el tiempo que trabaja en mi casa le ha permitido contagiarme; una con mucho éxito y la siguiente con total fracaso. Su mejor amigo es su walkman y lo usa para cumplir con estas dos afanaciones, hobbies, obsesiones, o como quieran llamarlo. La primera, escuchar canciones de Shakira desde la época (y es que esta es la única que is truly worth it) en la que Pies Descalzos venía en cassette y la segunda, escuchar todas las radios habidas y por haber que transmitan, gracias a la voz de Emilio Laferranderí (EL VECO - con el acentillo que lo dicen en la radio), cualquier partido de fútbol.  Y fue así como, desde mis 5 añitos de edad, empecé a compartir las dos obsesiones de Carmenticta.

Yo he llorado por este país, llorado igual que lloro cuando acaba Grey's Anatomy. Pero, por lo menos Patrick Dempsey nunca me ha decepcionado como lo ha hecho Andrés Mendoza y el resto de ineptos que se disfrazan una vez cada 4 meses para mostrarle a su pueblo, la poca sustancia que cabe dentro de sus cráneos. Fuera de bromas que leves sus cráneos.

1. El primer problema de la selección de fútbol es el mismo problema de todo lo que se denomine con el adjetivo "peruano." Tenemos una falta de identidad tan pero tan trascendental que cuando Andrés Mendoza metió gol como esa vez en un partido contra Paraguay, todos lo apodamos "el Cóndor Mendoza". Ahora, cuando ese mismo inepto agarra y se PIERDE un gol con una torpeza comparable a la de un pinguino salido de la última película de Jim Carrey en un partido que ni me acuerdo contra quién fue (porque seguro que lo deletié de mi mente por el estrés) todos lo llamamos "ese negro de mi*e*da." ¡Ah sí! ¡Ni que me digan que no porque yo lo he escuchado de sus mismos labios, papito! Entonces no nos identificamos para nada con los que vemos en la cancha.

2. Nos contentamos con empatar contra grandes. "¡Ay pero es Brasil pues, algo es algo!" ¿Algo es algo? Esa es la frase más mediocre y conformista (Banco Continental, no te conformes) que he escuchado en mi vida. ¿A mi qué me importa que ese cerdo infeliz que decidió aplicarle el bigotito de Hitler en la frente  llamado Ronaldo sea una super estrella? Por favor, ¡ni que hubiera ganado American Idol! That's what I call a SUPERSTAR.  Simplemente tenemos que dejar de VENERAR a nuestros enemigos y tenemos que empezar a CREERNOS que podemos ganarle. Yo estoy segura que si nos hiciéramos esa idea, entonces todo funcionaría bien. Es obio que they all walk out of the dressing rooms thinking de que nos van a sacar la ñoña y por eso se sorprenden, y se conforman. Idiotas. Hoy mismo NADIE se creía que habíamos llegado tan lejos. ¡Qué poca fe!

3. Cuando ganamos, empezamos a hacerles entrevistas, tomarles fotos, venerarlos, hacerles reportajes en Panorama mostrando sus carrasos en Holanda, Inglaterra, Alemania, sabe Dios donde.  Decimos que nuestro país es lo máximo, hasta le metemos que es porque comen cebiche que juegan tan bien, que es porque toman Inca Kola y porque el Pisco es peruano and so on and so on and so on ..... Y así sigue el discurso patriotista que podría terminar diciendo que es gracias a las piedras Incas que el arquero la tapó tan bien.

4. Pero cuando perdemos. ¿Ahí que hacemos? Ahí todos nos compramos nuestro one-way ticket conceptual a Miami y queremos, igual que los otros 363 días del año, ser gringos o cualquier otra cosa que no sea peruanos. Odiamos al DT, queremos matar al arquero por sus manos de mantequilla marca Manty, (ver comercial en YouTube "pásame la Manty") donde la única diferencia entre sus manos y el empaque que vemos en el comercial es que una está empacada y las otras le crecen de las extremidades al arquero. Btw, yo me quedé en el veneración trascendental a Ibañez, que más tío no podía estar, ¿quién es el arquero ahora?

5. Y hablando de veneraciones y gente a la que ya se le tiene que dar de baja. ¿Qué onda con El Chorri? ¿Ya pidió chepa? Esto SÓLO se ve en el Perú. El Chorri, que asumió por muchísimos años la posición más trascendentalmente útil de todo el campo de juego, tuvo que seguir jugando más o menos hasta que el tubo al que estaba conectado no daba para más y tuvieron que simplemente call it a night.  O sea, ¿ya estaba viejo el primo no pues? En momentos como este, vimos como la eutanasia futbolísitca (término que me acabo de inventar pero que de hecho está de PESO) es más trascendental que la real. El Chorri, manteniéndose jugando por un excesivo tiempo más del que le era justo y necesario, confirmó la ineptitud de los otros jugadores peruanos para proveerse como reemplazo.

6. Todos nos creemos directores técnicos. Empezamos a point out errors y diagramarlos en pizarritas a través de programas como los que pueden apreciar TODO EL EFFIN' DÍA EN canales cómo CMD. (Fuera de bromas, ¿hay algo en ese canal que NO sea fútbol? Existen otros deportes, just sayin', hay peruanos que ganan en ajedrez y optimist, again, just sayin') Tenemos que dejar que el DT se encargue de lo que hace, and if he is not achieving any results, then just change him. No idealizarlo, no criticarlo, no querer matarlo ni escribirle cartas de amor por lo bien que la está haciendo so far. 

7. ¡Celebramos que un peruano este en un equipo internacional de renombre del bien como si fuera el último effin' Sorrento de la bodega! Y si es que eres de mi calaña y estás a tono con la noticia de que los Sorrentos se están vendiendo como edición limitada, entonces has captado que esta metáfora just took a whole new meaning. Regresemos al tema, porfavor, ¿no se han dado cuenta que TODOS los que juegan en otros países están en equipos internacionales de renombre del bien? O por lo menos un 75% ¿Entonces por qué venerar a los nuestros que lo están? Deberíamos aspirar a que TODOS lo estén, no separarlos del montón stalckeando su vida privada (a diferencia de su buen performance) y forzándolos a que busquen separarse del montón tanto en las canchas cómo en su vida privada. Acá me provoca hacerle incapié al peinado de Paolo Guerrero, que déjame decirte que si así te vas a separar del montón entonces francamente yo prefiero quedarme en él than look like you, honey. Te voy a pasar el dato de Mayo que te hace Queratina y te deja más regia de lo que creíste. Ah no, ¿verdad que eres hombre no? Bueno, es que con ese peinadete, you fooled me at least.

8. Face it. La última vez que fuimos al mundial se quedó ahí, en Argentina '78, hace MÁS DE 30 AÑOS. ¿Pueden chill out a bit and stop pretending that is was last year? Ya vengo malgastando 18 años de mi vida siguiéndolos y todavía no veo ningún resultado. 

9. Trabajo en equipo my balls. Individualmente algunos son estrellas, pero definitivamente no forman una constelación. Algunos randoms de hecho se pierden en la vía lactea y a los demás se les pasea el mundo en sus diferentes órbitas.

10. Me estresan los tiros de esquina Scotiabank, los fouls Apronax and other quite annoying ways of including advertising in the football world. No voy a discuss más este punto por que la ridiculés habla por si sola.

Sin más que decirles me retiro sola y decepcionada una vez más, después de jurar que este último partido no lo vería. 

Y como dice Bugs, that's all folks!

Xoxo
-M

Ps: Whoever said football was just for men, nunca conocío a la Mamama.


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