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domingo, 3 de abril de 2011

"Let's start from the very beginning, a very good place to start."

“La Sociología de la Discoteca” nace donde nacen todas las cosas espectaculares en esta vida: París, Francia.

Érase una vez una entretenida noche de invierno en un viaje a esta ciudad cuando, entre crêpes y un rechazo casi tóxico a la cidra, surgió la necesaria comparación entre la sociedad francesca y la incomparable sociedad peruana. Saltaron opiniones como jabalinas en el field del colegio, algunas más eufóricas que otras pero todas absolutamente válidas. Entonces, y no es por atorrante, aunque si siguen leyendo el blog se darán cuenta que el ego y yo somos “this tight,” solté uno de esos comentarios que me han valido el apodo de Mamama que tengo hoy en día:

-¿Y, nunca se han separado del bolondrón central del tono para observar la sociología de la discoteca?- dije junto a una movida de pelo absolutamente espontánea pero épicamente complementaria al comentario. -¿No se fijan en quién se jilea a quién y quién arrocea a quién?¿Cómo y donde se ubican ciertas personas, mantiendo bajo su mirada a muchas otras? Es interesantísimo, you should try it some time.-


Cuarenta y cinco, no mentira, diez pares de ojos me miraron confundidos. No entendían de donde venía ni a donde iba mi comentario, pero, unlike many other ignorant people in this world, lo respetaron y canalizaron. Hoy, más o menos dos años después del incidente de "la sociología de la discoteca" en el restaurante pitoresco de París, decidí volcar todos mis análisis de la sociedad peruana y todas sus características increíbles de una manera cómica y entretenida para el gusto de los tiernos lectores que lean este tierno blog.   Y con eso, termino este post, porque siempre hay que guardarse el postre para el final. Entonces, reflexionen, fluyan, abran su mente and burst that bubble.


I live in a world of fantasy
So keep your reality away from me
I see what I want
I want what I see
And that is all
Okay by me
-Itzah C. Kret

Nosotros, siendo simples personas, homo-sapiens, como quieran llamarlo, somos más interesantes de lo que creemos y de lo que leemos en libros de ficción. Si la realidad en la que vivimos no fuera tan divertida, loca y confusa, entonces nadie querría escapar de ella para depositarse en películas, series, y la culta literatura. Entonces, ¿Por qué no la disfrutamos de una manera sana y amena?

That's all folks.
Xoxo






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