Views

miércoles, 20 de abril de 2011

Maquinaria Pesada.

Cómo ustedes sabrán, a las abuelas no les gusta escuchar Reggaetton. Ni a las abuelas de ahora, ni a las de antes, ni a las que vendrán cuando venga un estilo de música todavía más estridente y corrosivo a los oídos que este que existe ahora. Un estilo que tenga más efecto en tus hormonas que 45 vasos de Jaggermeister (sí, nombre completo, for effect) mezclado con RedBull, te da aaaalas, y 67 shots de tequila antes de eso. No se de que música estamos hablando todavía, pero solo te digo, que en mi época, canciones cómo “Footlose” ya eran más temidas que el plan de gobierno de su señoría matatiru, tirulai, Ollanta Humala Tasso. En fin, no me voy a quejar porque cada crazy con su subject y entre gustos y colores no han escrito los autores.

Ahora, estos autores, o cantautores, o compositores o simplemente -morochos-con-harto-bling-bling-and-oversized-t-shirts- si han escrito sus letras, y, aunque, a la mayoría nos parezca a bunch of bullshit, hay una que otra cosita que podría ser rescatable. Cuando el reggaetton no está haciendo alusión a la flaca rica del barrio con curvas que parecen carreteras and other pretty vulgar and indecent images, si en verdad buscas bien adentro de sus letras y ritmo catchy, podrás encontrar algo que valga la pena. Tampoco te voy a decir que Daddy Yankee es tan sabio como Taylor Swift o la invencible Shakira, pero hay que darle su oportunidad pe.

Si no le contesto se desespera
Piensa que con otra estoy
Haciendo lo que le hacía a ella ea ea ea
Como tu mente maquinea

“Tu mente maquinea” es quizás la metáfora más accurate que haya leído jamás para describir lo que ocurre en el mente de una mujer cuando no sabe o no entiende, a su compañero del sexo opuesto. Y peor si es que todavía no han sealed the deal, firmado u oficializado, en fin, como gusten llamarlo. 5 de cada 4 mujeres “maquinea” por lo menos 48 horas al día. Y si captaste el chiste entonces seguro que has escuchado “25 horas al día” de Juan Luis Guerra varias veces porque no te creo tan inteligente, primate. En otras palabras, nuestra energía, una vez que de desgasta tipeando extensos inboxes o apretando el molesto botón de ese molesto servidor de ese molesto celular que no quiero mencionar ni la marca porque la estoy pasando mal con el tema, pasan a concentrar cada una de sus neuronas en “maquinear” al mango, piña, fresa y plátano.

Pero volviendo a la maquineación entonces. Me imagino cuarenta y cinco chimeneas humeando humo (bueno, yo se que no van a humear nada más pero bare with me pues) de color verde Hulk, absolutamente turbio y contaminado pero a la vez, que llamaría la atención a kilómetros. Un olor desplifarriente transita por las narices de los peatones alrededor. Abajo, una fábrica a puro furor lleva a cabo sesenta y siete diferentes procesos productivos, que consisten en llevar a cabo el ejercicio de leer entre líneas a su máxima potencia. Y encima, cómo las mujeres somos expertas en el multitasking, no sólo leemos entre líneas sino que también nos proyectamos a futuro, tratamos de entender el porqué del pasado y, sólo para las más enfermas, o sea todas, no te hagas, creamos mundos paralelos que ni nosotras, ni el director de Shutter Island, entendería.

Entonces amigo del sexo opuesto que dices no entender a tu enamorada, lo que pasa es que no entiendes el arte de “maquinear,” verbo que los recientemente conocidos Rocky y Blasty plantaron en mi mente para hacer valer a los lyrics de reggaeton, sobre todo ese bullshit que se escucha en las esquinas y sitios que tu crees que son del bien y frecuentas, papito.  Tú y yo sabemos que ya tienes que cambiar de “ambiente,” porque, cómo dice clásica mamá de púber: “si confío en ti hijita, en lo que no confío es en el ambiente.” (Ay mami, si supieras cómo tu inocente hijita domina al ambiente, amiga). Pero volviendo al tema, este arte, puede colocarte en el pedastal más fino de todos los pedestales de la antigua Grecia y demás monumentales civilizaciones, así cómo podría cavar tu tumba y mandarte al Hades para que te quemes con su pelo azul, ouch, that hurt.

Todavía no descubro la razón por la cual las mujeres maquineamos tanto, ni que tornillo se nos safó a la hora de ser concebidas que nos llevó a la ruina de la estabilidad emocional gracias a esto. Maquineamos cómo te miró, cómo te saludó, qué te digo, cómo lo dijo, y que, según tú, se guardó de decir pero en verdad si lo quiere. Amiga, “maybe he’s just not that into you” y no te lo digo sólo porque amo la sinceridad y eficiencia de la película. Te lo digo porque siempre tienes que recordar de que, antes de que le haya dado un accidente trascendental de tránsito donde se le perdió el nextel y por eso hace 4 días que no te llama, que también existe la posibilidad de que nunca quiso llamarte. And I know this sounds awful pero, así es la vida, de caprichosa, a veces negra, a veces color rosa. Así es la vida, jacarandosa.

En fin, esto es todo por hoy. No vale maquinear en Semana Santa camaradas. Best of luck en todas sus hazañas. Con cariño:

Xoxo

No hay comentarios:

Publicar un comentario