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miércoles, 6 de abril de 2011

In the jungle, the mighty jungle

Antes que nada tiernos/as amiga/os, lo que viene a continuación, como diría Cris Morena en sus buenas épocas que condicionaron mi pubertad, es producto de ficción. Cualquier semejanza con la realidad, es mera coincidencia.

Cortinas. Capas de capas de capas de capas de capas de capas de capas de capas de capas de maderitas entrelazadas por finas hebras de algodón, posicionadas de tal manera de que separen la vista de lo que pasa adentro de un salón y lo que pasa afuera. ¿Quién las habrá inventado? No sé, pero demasiada gente owes him/her very much.  ¿A qué viene todo este rollo que parece salido de CASAS (un complemento de Cosas, ylsb)? Pues, entre el salón del fit-body y el resto del mundo existen cortinas. Cortinas, que por más de que sean capas de capas de capas de capas de capas de maderitas blablabla pura poesía pastrula, separan por completo, el mundo real, de lo que pasa en ese salón.

Porque ese salón .... ¡Ay mamita si te contara lo que pasa adentro de ese salón! Ese salón, todos los días a un cuarto para las 6 y media se convierte en una jauría de leones en celo. Leonas, para ser más animalmente accurate. Sí, leonas. ¿O hienas? No, porque no se ríen para nada y según mi experiencia viendo The Lion King I, II y I 1/2 (sí, existe, es bravaza Timón y Pumba analizan toda la I sentados en un cine cagándose de risa, for real), las hienas siempre se paran riendo. A un cuarto para las 6 y media el corredor ventoso que se hace llamar “el Club más exclusivo de Lima” (my balls, consíganse un terreno más amplio) se transforma en las pampas de África, donde lo único que falta sería un buen soundtrack para amenizar el momento. Se aceptan sugerencias y hablo con Ziler para que la ponga en su caseta y se proyecte all through the land. Las leonas más aguerridas que jamás hayan pisado el continente de África, el famoso zoológico de San Diego o el ficticio de Madagascar (¡Agita la mano!), sacamos nuestras mejores armas, zapatillas Nike con la suelita de color y los pasadores neón o estás en nada chola, y outfit pegadito from head to toe, you better work it girl, y salimos a matar. Después de la 3era fila ya eres una lela, en la 5ta, tu principiantés se vuelve más evidente de lo que creíste cuando apuntaste tu nombre en el antipático papelito de la entrada. La carrera por la primera y segunda fila se podría comparar a la intensidad de las pesadillas de Ani cuando las encuestas le suben un punto más a Humala. Y, si no chorrea sangre es porque somos damicelas de su casa, pero si esto fuera el Golf de San Juan de Lurigancho, hace rato que nos hubieran sacado chaira.

Existe toda una mística detrás de lo que hacemos en el fit body, mucha gente me lo ha preguntado y mucha otras, se han hecho las interesantes que no quieren saber pero en verdad se están comiendo las uñas misma chancona al final del Final Assembly cuando llaman en orden a los puestos de cada prom. Honey, you know who you are. No les voy a contar que hacemos porque mejor cómprate un DVD o even better, un BluRay achoradaso en HD de “Aerobics for people over 40 applied to questionable self-esteemed teenagers and their a-little-bit-too-old-to-be-wearing-tight-pants- moms.” y ahí resuelves tus issues de curiosidad.  Mentira, las tías son épicas, they keep reminding us de que la vanidad no termina a los 20, cómo tu creías. La vanidad es más inmortal que los fantasmas más necios de Ghost Whisperer. No te preocupes, no invocamos malos espíritus ni jugamos la ouija ni hacemos vudú. Lo único que te puedo decir, amiga, y ahora sí te digo amiga porque you deserve a little love después de lo que te voy a decir, es que, aventúrate a descubrir el mito de fit-body en su máxima esencia. Amárrate tus pasadores, ponte bien tu hilo y haste bien tu cola, que te espera una hora de ardúo ejercicio físico y coordinatorio. La mejor de las suertes, “eso es todo amigos.”
Xoxo

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