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miércoles, 8 de junio de 2011

The Devil Wears Combats.

Si estaban esperando un post sobre las elecciones, me temo decirles que un Ritter Sport de Lait des Alpes en combinación con un Vanilla Coke producto de un robo a mano armada al Delicass, se encargó de solucionar las reacciones de ese temita. Everybodychillthefuckup! Y sino, cómo dice mi buena amiga Elizabeth que ha visto a tantos políticos pasar en su bella estadía en Windsor Castle, keep calm and carry on. Ahora, ni se crean que no voy a usar ese temilla para relacionarlo a otros temillas de más frívola y entretenida importancia, cómo son, sinceramente, todas las cosas wannabe interesantes de este blog. Y es que, si buscas política, haste un milkshake de El Comercio, Perú 21 y Gestión y después de las 57 cataplexias que te van a dar, me avisas si quieres un laxante.  Pasemos a the juicy stuff now, THE Juicy Couture.
 
El capitán en situación de retiro, Ollanta Humala Tasso, ahora jefe supremo de todas las fuerzas más armadas de nuestro super armado país, y sí estoy siendo sarcástica, ha impuesto una nueva moda. Y no, no es la de mentir, la de estatizar, la de desplomar la bolsa en su caída más trascendental desde que me enseñaron el Wall Street Crash en la clase de ese profesor que, 3 años después, fue detenido por la municipalidad de Miraflores, por ser un inocente coleccionista de banderas. Así pasa cuando sucede, mis niños. Moraleja: No colecciones banderas comunistas, y si lo haces, trata de que  la que se te vuele por la ventan while you’re out for a smoke, no sea la que JUSTO tiene una similaridad trascendental con la de Sendero Luminoso. ¿Qué quieres que te diga? A quién sea que se encargue de deal con el collateral damage de este episodiómetro, se le deben haber hinchado los pies, si eso es todavía posible.

Pero siguiendo con el tema,  Anna Wintour,  André Leon-Talley y el resto de su comité de galifardos  de sexualidad cuestionable que trabajan en el piso 56 del edificio de publicaciones Condé Nast (que se debería llamar Conde Nasty, con lo nastys que son) nunca pensaron que habría otra persona que influenciaría más la moda de un país, que ellos mismos y su maravillosa revista. Vogue, (or should I say, the Holy Bible? ) viene rigiendo que te pones since the dawn of time, the day we arrived on the planet, the circle of life y la wheel of fortunte. Sí amigos, face it, igual que lo hizo Anne Hathaway cuando encarnaba el papel de la secretaria desaliñada, que ese tono de azul que ahorita tienes puesto fue seleccionado previamente para ti por 5 magnates sentados alrededor de una amplia mesa de directorio del piso 56 del que te vengo diciendo hace años; con dos “Te Chai Latte Venti con leche sin lactosa y no muy calientes porfavor.” Mentira, esa sólo soy yo con mis delirios de artista y mis órganos complicados. Tú, igual que todos los otros mortales que no trabajamos en Condé Nast(y) Publications, no usas la ropa que elijes, usas la ropa que fue elegida para ti.  En eso se basa la moda, y si tienes algún problema, despierta a Coco de su tumba y pregúntale entonces, que cosa es el estilo. En fin, cómo no quiero que la despiertes porque fijo te mete un lapo en el cachete con el collar de perlas con el que probablemente fue enterrada y no quiero verte sufrifr, te aclaro de una vez que tú ni siquiera sabes que es lo que te gusta, porque si fuera así, no hubieras elegido, gracias a tu libre albedrío, equiparte los pies para perseguir a narcotraficantes en el valle del Mantaro. Sí mamita, te lo digo seco y volteado, aquí entrenós, esas botas no te asientan para nada.

Esas botas fueron traídas en el mismo maletín en el que trajo el comandante jefe supremo de las supremidades y las extremidades de  las fuerzas más armadas del país, los 2 millones de dólares que Monsieur Huguito de la vie le mandó para que se convierta en lo que es ahora. Las botukis, sólo tenían la meta de que los suboficiales and whathaveyous las usen en combate. Tú, te tomaste las energías del socialismo muy en serio y decidiste unirte a la más reciente colección otoño invierno Che Guevara by  Fidi Le Cast (Fidel Castro para los desconocidos, tenía que meterle su francés porque sino no es moda) que desfila por las calles cómo si no hubiera mañana y estemos corriéndonos de pitbulls bien adiestrados en las selvas de Vietnam. ¡Cuidado, Agent Orange! Y para los que no lo saben,  Agent Orange no es el font con el que tú decidiste hacer todos tus proyectos en cartulina Switch de manchitas, más cara que entrar a Aura pagando. Agent Orange es el líquido con el cual, los gringos sin piedad roceaban a los vietnamitas que corrían sin reparos, probablemente usando las mismas botas que ahora tú crees que son bonitas. Que estén de moda es una cosa, y que sean aesthetically pleasing is another very -open for discussion- kinda topic if you can read my lips. And of course you can.

Sólo me muero de ganas de ver a Nadine combinar esas combats del mal con los 76 vestidos que le ha mandado a hacer a mi buena amiga Sitka. Hay cosas que el dinero no puede comprar, para todo lo demás, existe Master Card. Y es que, el que puede, puede y el que no, que mire. ¿Así quién no quiere que viva la izquierda, el socialismo, el populismo, el nacionalismo y todos los demás ismos? ¡Que viva el -a-ver-si-te-vemos-en-botas-en-vez-de-ficha-ismo! Porque claro, si ya brainwasheaste a toda la población a que vote por tu marido y que use sus zapatos del mal, de paso ya de una vez danos una correa y jálanos a todos con pitita. Follow the leader, leader, leader. 

Síguele!



That's all folks.
-m

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